miércoles, 30 de abril de 2014

AUDIENCIA DEL SANTO PADRE FRANCISCO DEL 30-04-2014

Queridos hermanos y hermanas: En esta catequesis hablo del don de entendimiento. No se trata de una cualidad intelectual natural, sino de una gracia que el Espíritu Santo infunde en nosotros y que nos hace capaces de escrutar el pensamiento de Dios y su plan de salvación. San Pablo dice que, por medio del Espíritu Santo, Dios nos revela lo que ha preparado para los que le aman. ¿Qué significa esto? No es que uno tenga pleno conocimiento de Dios, pero sí que el Espíritu nos va introduciendo en su intimidad, haciéndonos partícipes del designio de amor con el que teje nuestra historia. En perfecta unión con la virtud de la fe, el entendimiento nos permite comprender cada vez más las palabras y acciones del Señor y percibir todas las cosas como un don de su amor para nuestra salvación. Como Jesús a los discípulos de Emaús, el Espíritu Santo, con este don, abre nuestros ojos, incapaces por sí solos de reconocerlo, dando de este modo una nueva luz de esperanza a nuestra existencia. Saludos Saludo a los peregrinos de lengua española, en particular a los grupos venidos de España, Honduras, México, Uruguay, Argentina y otros países latinoamericanos. Invito a todos a dejar al Espíritu Santo rasgar el velo de oscuridad que ciega nuestra mente y nuestro corazón, para hacer de nosotros verdaderos creyentes, capaces de gustar cuanto el Señor nos revela en su Palabra y de alegrarnos con su designio de amor en nuestras vidas. Que Jesús los bendiga y la Virgen Santa los cuide.

martes, 29 de abril de 2014

SABES QUE TE AMO AUNQUE TE FUI INFIEL

Tradicionalmente se puede escuchar decir que si una persona te amara no te sería infiel, algo que aunque de entrada pareciera cierto, considero que no lo es del todo. Para entender esta separación entre fidelidad y amor tendríamos que incluir las palabras: instinto, razón y compromiso. El instinto como respuesta básica del hombre ante estímulos visuales, táctiles o auditivos que nos inviten a un hedonismo mediático, preferiblemente sin ningún tipo de compromiso derivado. La razón porque es la única que nos diferencia explícitamente de los animales y a su vez la única capaz de controlar esos instintos, extrapolando el más allá de la acción mediática (las consecuencias). Y el compromiso porque es la clave de la fidelidad, por encima del amor mismo. Yo he escuchado conocidos decir que aunque son infieles, su esposa es la mujer que aman y no dejarían, y cuando lo hablan lo dicen con profunda sinceridad, aunque considero con una gran distorsión del compromiso asumido cuando decidieron jurarse ante Dios o ante la sociedad un amor juntos. Amar sin comprometerse es posible pero no es lo ideal. Sería como tener un vicio de fumar o beber y a la vez ir tres veces por semana al gimnasio para cuidarnos la salud, posible pero absurdo. El compromiso se puede medir, el amor no. El compromiso da signos claros como los niveles de responsabilidad, valor de la palabra, lo ordenado que somos con nuestros asuntos personales, la puntualidad, estabilidad en nuestras decisiones; etc, y son esos signos los que se deben ponderar a la hora de aceptar a una persona como pareja o compañero(a) de vida. El amor a veces se sintetiza con un simple “te amo”, pero un te amo vacío, con el tiempo, se seca y no da frutos. Una persona infiel es una persona inmadura para los compromisos emocionales. Podrán ser inclusive emprendedores, carismáticos o siendo más explícitos, grandes amantes, pero inestables en el fundamento del amor, el compromiso, que nos permite decir NO cuando se intenta filtrar una experiencia que la razón te dicta hará daño a quien confía en ti. Quizás esta es la médula del asunto. El noviazgo debe permitir conocer los niveles de compromiso de la persona, su madurez, sus valores. Porque aunque suene duro, la emoción de un te amo en un matrimonio puede durar tres años (siendo optimistas) y lo que sustentará el resto de los años es el compromiso y respeto que se tengan. Dios los bendiga, nos vemos en la oración. Lic. Luis Tarrazzi

SABES QUE TE AMO AUNQUE TE FUI INFIEL

Tradicionalmente se puede escuchar decir que si una persona te amara no te sería infiel, algo que aunque de entrada pareciera cierto, considero que no lo es del todo. Para entender esta separación entre fidelidad y amor tendríamos que incluir las palabras: instinto, razón y compromiso. El instinto como respuesta básica del hombre ante estímulos visuales, táctiles o auditivos que nos inviten a un hedonismo mediático, preferiblemente sin ningún tipo de compromiso derivado. La razón porque es la única que nos diferencia explícitamente de los animales y a su vez la única capaz de controlar esos instintos, extrapolando el más allá de la acción mediática (las consecuencias). Y el compromiso porque es la clave de la fidelidad, por encima del amor mismo. Yo he escuchado conocidos decir que aunque son infieles, su esposa es la mujer que aman y no dejarían, y cuando lo hablan lo dicen con profunda sinceridad, aunque considero con una gran distorsión del compromiso asumido cuando decidieron jurarse ante Dios o ante la sociedad un amor juntos. Amar sin comprometerse es posible pero no es lo ideal. Sería como tener un vicio de fumar o beber y a la vez ir tres veces por semana al gimnasio para cuidarnos la salud, posible pero absurdo. El compromiso se puede medir, el amor no. El compromiso da signos claros como los niveles de responsabilidad, valor de la palabra, lo ordenado que somos con nuestros asuntos personales, la puntualidad, estabilidad en nuestras decisiones; etc, y son esos signos los que se deben ponderar a la hora de aceptar a una persona como pareja o compañero(a) de vida. El amor a veces se sintetiza con un simple “te amo”, pero un te amo vacío, con el tiempo, se seca y no da frutos. Una persona infiel es una persona inmadura para los compromisos emocionales. Podrán ser inclusive emprendedores, carismáticos o siendo más explícitos, grandes amantes, pero inestables en el fundamento del amor, el compromiso, que nos permite decir NO cuando se intenta filtrar una experiencia que la razón te dicta hará daño a quien confía en ti. Quizás esta es la médula del asunto. El noviazgo debe permitir conocer los niveles de compromiso de la persona, su madurez, sus valores. Porque aunque suene duro, la emoción de un te amo en un matrimonio puede durar tres años (siendo optimistas) y lo que sustentará el resto de los años es el compromiso y respeto que se tengan. Dios los bendiga, nos vemos en la oración.

miércoles, 23 de abril de 2014

AUDIENCIA DEL SANTO PADRE FRANCISCO

Queridos hermanos y hermanas: En estos días celebramos con alegría el gran misterio de la resurrección de Cristo. Es una alegría autentica, profunda, que se basa en la certeza de que Cristo resucitado no muere más, sino que vive y actúa en la Iglesia y en el mundo. No es fácil aceptar la presencia del resucitado en medio de nosotros. La pregunta que el ángel dirigió a las mujeres, aquella mañana de Pascua: “¿Por qué buscan entre los muertos al que está vivo?”, nos debe interrogar también a nosotros. Buscamos entre los muertos al que vive cada vez que nos encerramos en el egoísmo o en la autocomplacencia, cuando nos dejamos seducir por el poder y las cosas de este mundo, olvidando a Dios y al prójimo, cuando ponemos nuestra esperanza en vanidades mundanas, en el dinero o el éxito; cada vez que perdemos la esperanza o no tenemos fuerzas para rezar, cada vez que nos sentimos solos, abandonados de los amigos, e incluso de Dios, cada vez que nos sentimos prisioneros de nuestros pecados. La advertencia del ángel nos va ayudar a salir de nuestras tristezas y a abrirnos a la alegría y a la esperanza. La esperanza que remueve las piedras de los sepulcros y nos empuja a anunciar que Jesús está vivo. * * * Saludo con afecto a los peregrinos de lengua española, en particular a los grupos venidos de España, México, Costa Rica, Colombia, Uruguay, Argentina y otros países latinoamericanos. Que en este tiempo de Pascua abramos nuestra vida al encuentro con Cristo resucitado, Cristo vivo, el único que puede dar verdadera esperanza.

lunes, 21 de abril de 2014

AUDIENCIA DEL SANTO PADRE FRANCISCO DE 16 DE ABRIL DE 2014

Queridos hermanos y hermanas: Hoy, en la mitad de la Semana Santa, la liturgia nos presenta el triste hecho de la traición de Judas. Judas va a las autoridades y les dice simplemente: ¿Cuánto me van a dar si yo lo entrego?”. “Treinta monedas”. Y Jesús tiene precio, como cualquier mercadería en un mercado. Y Jesús acepta esa humillación hasta la muerte de cruz. En su sufrimiento y en su muerte podemos ver el dolor de la humanidad, el dolor de nuestros pecados, y la respuesta de Dios a ese misterio del poder del mal. Dios toma sobre sí el mal del mundo para vencerlo. Su Pasión no ocurre por error, es la manera de mostrarnos su amor infinito. En esa Pasión de Jesús contemplamos su grandeza y su amor. En esta Semana Santa nos hará bien a todos mirar el crucifijo, besar las llagas de Jesús, y decirle gracias, porque eso lo hizo por cada uno de nosotros. Pero Dios siempre interviene, en el momento en que quizás uno no lo espera. Y Jesús resucita. La resurrección de Jesús no es el "final feliz" de un cuento de hadas, no es el happy end de una película, sino que es la prueba de que Dios actúa en el momento más difícil, en el momento más oscuro. La noche siempre es muy oscura, un poquito antes de que empiece a amanecer. No bajemos de la cruz antes de tiempo. Y no olvidemos en esta Semana de besar muchas veces el crucifijo. Saludos Saludo a los peregrinos de lengua española, en especial a los grupos venidos de España, lleno de banderas, Puerto Rico, Guatemala, México, Uruguay —ví varios mates por ahí—, Argentina y otros países latinoamericanos. Invito a todos a vivir esta Pascua con la certeza de que, en Jesús, Dios nos ama y nos perdona. Pido a la Virgen María, nuestra Madre, que nos acompañe en el camino de la cruz y del amor que Cristo nos enseña. Muchas gracias.

miércoles, 9 de abril de 2014

AUDIENCIA DEL SANTO PADRE FRANCISCO DEL 09-04-2014

Queridos hermanos y hermanas: Comenzamos hoy una nueva serie de catequesis dedicadas a los siete dones del Espíritu Santo. El primer don es el de la sabiduría. Ésta no es fruto del conocimiento y la experiencia humana, sino que consiste en una luz interior que sólo puede dar el Espíritu Santo y que nos hace capaces de reconocer la huella de Dios en nuestra vida y en la historia. Esta sabiduría nace de la intimidad con Dios y hace del cristiano un contemplativo: todo le habla de Dios y todo lo ve como un signo de su amor y un motivo para dar gracias. Esto no significa que el cristiano tenga una respuesta para cada cosa, sino que tiene como el “gusto, como el “sabor” de Dios, de tal manera que en su corazón y en su vida todo habla de Dios. También nosotros tenemos que preguntarnos si nuestra vida tiene el sabor del Evangelio; si los demás perciben que somos hombres y mujeres de Dios; si es el Espíritu Santo el que mueve nuestra vida o son en cambio nuestras ideas o propósitos. Qué importante es que en nuestras comunidades haya cristianos que, dóciles al Espíritu Santo, tengan experiencia de las cosas de Dios y comuniquen a los demás su dulzura y amor. Saludos Saludo a los peregrinos de lengua española, en particular a los grupos venidos de España, México, Costa Rica, Argentina y otros países. Invito a todos a intensificar la preparación espiritual de las próximas fiestas de la Pascua del Señor, para que la acción del Espíritu Santo produzca en nosotros frutos de verdadera conversión y santidad. Que Dios los bendiga. Muchas gracias.

miércoles, 2 de abril de 2014

AUDIENCIA DEL SANTO PADRE FRANCISCO 02-04-2014

Queridos hermanos y hermanas: La catequesis de hoy está centrada en el matrimonio. Este sacramento nos introduce en el designio de Dios, que creó al hombre a su imagen, capaz de amar; “hombre y mujer los creó”. Por eso dice la Biblia que el hombre dejará su casa y se unirá a la mujer y los dos serán una sola carne. Los esposos son “una sola cosa”, “una sola carne”, en el amor. Además, el Sacramento les confiere una misión: manifestar en las cosas simples y cotidianas el amor de Cristo a su Iglesia, entregándose en la fidelidad y el servicio. Siempre hay problemas en la vida matrimonial. La oración mantiene la unión matrimonial. El esposo debe rezar por la esposa, y la esposa por el esposo. Y nunca terminar el día en que se haya dado alguna discusión entre ambos sin hacer las paces. Saludos Saludo a los peregrinos de lengua española, en particular a los grupos venidos de España, Ecuador, México, Argentina, y otros países latinoamericanos. Invito a todos a dar gracias a Dios por tantas familias que animan nuestras comunidades cristianas, ofreciendo un hermoso testimonio de fe. Recemos también por los matrimonios en dificultad, para que el Señor les regale abundantemente su misericordia y los sostenga en medio de las pruebas. Muchas gracias.